Certificación energética en una vivienda de obra nueva, ¿Qué es la clase A?
La Certificación Energética de Edificios queda definida en España tras la publicación del RD 390/2021 y consiste en la calificación de la eficiencia energética de un edificio o de una parte del mismo por un técnico competente.
El certificado contiene dos escalas:
- La estimación del consumo de energía primaria (energía extraída directamente de la naturaleza, sin transformar ni convertir). Se mide en kWh/m² año
- Las emisiones de CO2 que tendrá el edificio durante un año. El indicador de emisiones se mide en Kg CO2/m² año e informa de cuánto contamina el inmueble en comparación a otros inmuebles similares.
Se etiqueta la eficiencia energética de un edificio, desde la clase A, para los energéticamente más eficientes, a la G, para los menos.
Duración de un certificado de clase energética
Los certificados se emiten con una validez de 10 años, (excepto los de peor calificación G, que es de 5 años)
Pueden realizar voluntariamente antes de ese periodo si se ha tenido lugar alguna obra u reforma.
¿Puede cambiar el certificado energético en una obra nueva?
Sí, ya que el certificado de eficiencia energética de obra nueva se emite dos veces. El primero se emite durante la fase de redacción del proyecto previo a la construcción, y el segundo una vez finalizada la obra y el edificio esté terminado.
¿Es la misma clase energética para cualquier punto de España?
No, el cálculo de los índices de consumo y de emisiones, viene determinado por dos diferencias; por el uso, si es un edificio destinado o no al uso residencial privado (vivienda), y por la zona climática de la península y baleares, determinada por la altitud sobre el nivel del mar, ya que la demanda energética no es la misma si el edificio está en la costa o en la montaña. La provincia de Zaragoza corresponde a la zona climática D3.
Más allá de la clase energética A, Clase A0 y Clase A+
El Parlamento Europeo decidió que para el año 2030 todos los edificios de nueva construcción deberán tener cero emisiones, lo que equivale a la etiqueta A0.
También, existe un nivel de calificación energética superior, la nueva clase, A+, que corresponde a los edificios que, además de tener una demanda energética un 20% inferior al límite establecido para los edificios de cero emisiones A0, contribuyan a la red energética con la generación de energía renovable in situ superior a su demanda anual.
En resumen, el certificado energético de un edificio no solo garantiza el cumplimiento de normativas de eficiencia, sino que también ofrece una herramienta crucial para evaluar el impacto ambiental y el consumo energético de la edificación. Al optimizar el uso de recursos y minimizar las emisiones de CO2, se contribuye no solo al ahorro económico a largo plazo, sino también a la sostenibilidad y confort de los ocupantes. Un certificado energético de alta calificación refleja el compromiso del proyecto de construcción y de la edificación con el respeto por el entorno, el presente y el futuro del consumo energético del edificio cuestión que no debería ser un valor añadido en cualquier construcción contemporánea sino una condición sine qua non.


